Alonso del Yerro. 2014.
FICHA TÉCNICA
Variedad: 100% Tempranillo
Denominación de Origen: Ribera del Duero
Graduación: 15º
Producción: 50.000 botellas de 75 cl.
2.000 Magnum de 150 cl.
Fecha embotellado: Julio 2016
Para más información: www.vay.es
El "Terroir": Suelos calizos de arcilla roja con gravas arenosas en la superficie a una altitud de 800m. con clima de influencia continental. Un trabajo parcelario exhaustivo nos permite expresar la complejidad de nuestros suelos y reflejarla en los vinos.
La Añada: Un invierno lluvioso y temperaturas elevadas en marzo y abril provocan que la viña se adelante, brote temprano y crezca con fuerza. La floración anuncia una cosecha abundante, nos salvamos de un granizo en julio; en fin, todo parece indicar una añada precoz y cálida. En verano
regulamos cuidadosamente la carga y afinamos los últimos detalles. Afortunadamente las temperaturas de agosto y septiembre son suaves. La viña se relaja y madura lentamente,
produciendo unos magníficos aromas, principalmente debido a las noches frescas de septiembre.
La Vendimia: Vendimia escalonada del 29 de septiembre al 17 de octubre, con un tiempo bastante inestable. Para seleccionar lo mejor de esta añada fue necesario actuar con precisión y asumir algo de riesgo.
La Elaboración: lenta y suave para extraer los mejores taninos que nos ofrece el sutil tempranillo de 2014. Maceración entre 21 y 26 días, crianza de unos 12 meses en roble francés (15% nuevo); todo ello apunta a un Alonso del Yerro de gran personalidad.
En todas las fincas de Viñedos Alonso del Yerro, las labores agrícolas son realizadas a mano, exclusivamente por nuestro personal. En los viñedos prescindimos de productos de síntesis; el único aporte es un compost elaborado por nosotros mismos.
La filosofía de trabajo se basa en una concepción de la agricultura que considera globalmente el entorno de la planta: suelo, microclima y ecosistema. De este modo, respetamos la cadena esencial de los factores que determinan la expresión del terroir.
Nuestros vinos son diferentes justamente por eso: porque están elaborados siguiendo un meticuloso proceso orientado a preservar la personalidad del terroir. Y esto no sólo se consigue protegiendo el entorno de la planta, sino también observando la calidad que ofrecen cada año los distintos suelos, realizando vinificaciones respetuosas y combinando los vinos procedentes de las distintas parcelas para alcanzar el equilibrio antes de que se inicie el proceso de la crianza en barricas.