Grandes vinos que nacen de la familia, la tierra y la tradición

Pura esencia a Rioja Alavesa

Durante generaciones, en la familia Sáenz de Samaniego nos hemos dedicado a la viticultura. Una herencia de nuestros antepasados que llega hasta el día de hoy y en la que la pasión, el respeto y el amor por el viñedo y una tierra única como es Rioja Alavesa nos guía a elaborar vinos con identidad, sentimientos y vida propia. 


Nuestra filosofía se basa en el máximo respeto a la tierra. Una forma de entender el vino y la vida, centrada en la búsqueda de la excelencia mediante el equilibrio entre el ayer y el hoy, sin estar pendiente de modas. Una manera de ser inculcada por nuestros antepasados y la magia de un enclave único, que se refleja en nuestra forma de trabajar, nuestra bodega y nuestros vinos. Vinos que son el fiel reflejo de nuestros viñedos, de la influencia del microclima de Rioja Alavesa y de los suelos en los que se asientan. Un terroir único que merece el máximo respeto.